viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Cómo escribir sobre África?: Humor negro.

Binyavanga Wainaina, un escritor Keniata, hace una crítica irónica sobre la imagen que los medios occidentales dan del continente africano y de la gente que allí habita...


¿Cómo escribir sobre África?


"Siempre use la palabra “Oscuridad” o “Safari” en su título. Los subtítulos pueden incluir las palabras “Zanzibar”, “Masai”, “zulú”, “Zambezi”, “Congo”, “Nilo”, “Grande”, “Cielo, “Sombra”, “Tambor”, “Sol” o “Pasado”. También son útiles palabras como “Guerrilleros”, “Sin tiempo”, “Primordial” y “Tribal”. Haga referencia a que “Gente” quiere decir a africanos que no son negros, mientras “la Gente” significa africanos negros.

Nunca tenga una foto de un africano bien adaptado en la tapa de su libro, o dentro de él, a menos que aquel africano haya ganado el Premio Nóbel. Utilice una AK-47, costillas prominentes, pechos desnudos. Si debe incluir a un africano, asegúrese de poner un Masai o vestido de Dogon o zulú.

En su texto, trate a África como si fuera un único país. Es calurosa y polvorienta, con prados ondulados y enormes manadas de animales, y la gente es alta y delgada, y pasa hambre. O es calurosa y llena de vapor, con gente de muy baja estatura que come a primates. No se atasque con descripciones precisas. África es grande: cincuenta y cuatro países, 900 millones de personas que están muy ocupadas con el hambre, muriendo y en guerra o emigrando como para leer su libro. El continente está lleno de desiertos, selvas, tierras altas, sabanas y muchas otras cosas, pero a su lector no le preocupa esto en lo más mínimo, así que mantenga sus descripciones románticas y evocadoras, no específicas.

Asegúrese que usted muestra como los africanos tienen la música y el ritmo profundamente arraigado en sus almas, y comen cosas que ninguna otra gente comería. No mencione el arroz, la carne ni el trigo; el cerebro de mono es la opción en la cocina de un africano, junto con la cabra, serpiente, gusanos y comidas en base a carne de caza. Asegúrese de mostrar que es capaz de comer tal alimento sin estremecerse, y describa como aprende a disfrutar de ello — porque a usted le importa.

Tabúes innombrables: escenas domésticas ordinarias, amor entre Africanos (a menos que implique una muerte), referencias a escritores africanos o intelectuales, mención de niños asistiendo a la escuela que no sufren de fiebre Ébola o mutilación genital femenina.

En todas partes del libro, adopte una voz silenciosa, en conspiración con el lector, y un tono triste de “esperé tanto”. Establezca temprano que su liberalismo es impecable, y mencione cerca del principio cuánto ama a África, como se enamoró del lugar y no puede vivir sin ella. África es el único continente que usted puede amar – aprovéchese de esto. Si usted es un hombre, deambule por sus selvas vírgenes y calurosas. Si usted es una mujer, trate a África como un hombre que lleva puesta una chaleco caqui y que desaparece lejos en una puesta del sol.

África debe ser compadecida, adorada o dominada. Sea cual fuere el ángulo que usted tome, asegúrese de dejar una impresión fuerte de que sin su intervención y su tan importante libro, África esta condenada.

Sus personajes africanos pueden incluir guerreros desnudos, criados leales, adivinos y videntes, antiguos sabios que viven en un hermético esplendor. O políticos corruptos. Ineptas y polígamas guías turísticas y prostitutas con las que usted haya dormido. El Criado Leal siempre se comporta como un niño de siete años y necesita una mano firme; se asusta de las serpientes, es bueno con los niños, y siempre lo implica en sus complejos dramas domésticos.

El Sabio Antiguo siempre viene de una tribu noble (no las tribus que buscan enriquecerse como las Gikuyu, Igbo o Shona). Él tiene ojos reumáticos y está ligado a la Tierra. El africano moderno es un hombre gordo que roba y trabaja en la oficina de visados, y rechaza permisos de trabajo a calificados occidentales que realmente se preocupan por África. Él es un enemigo de desarrollo, y usa su trabajo gubernamental para hacerle difícil a extranjeros pragmáticos y de buen corazón establecer sus ONG o Zonas de Conservación Legales. O él es un político intelectual, educado en Oxford, convertido en asesino en serie vestido con un traje de Savile Row. Es un caníbal al que le gusta el champaña Cristal, y su madre es una hechicera rica quien realmente dirige al país.

Entre sus personajes siempre debe incluir al africano que pasa hambre, que vaga en el campamento de refugiados casi desnudo, y espera la benevolencia de Occidente. Sus niños tienen moscas en sus párpados y vientres henchidos y los pechos de ellas son chatos y vacíos. Debe parecer completamente indefensa. No puede tener ningún pasado, ni historia; tales desviaciones arruinan el momento dramático. Los gemidos están bien. Ella nunca debe decir nada sobre si misma en el diálogo excepto hablar de su (indecible) sufrimiento.

También asegúrese de incluir a una mujer cálida y maternal quien tiene una risa sonora y está preocupada por su bienestar. Sólo llámela “Mamá”. Sus niños son todos delincuentes. Estos personajes deberían rondar a su héroe principal, para hacerlo lucir mejor. Su héroe puede enseñarles, bañarlos, alimentarlos; cuida de muchos bebés y ha visto a la muerte. Su héroe puede ser usted (si es reportero), o una bella y trágica celebridad o aristócrata internacional que ahora siente cariño por los animales (si es ficción).

Los malos personajes occidentales podrían incluir a niños de Ministros Conservadores, Afrikaners, o los empleados del Banco Mundial. Hablando de la explotación por extranjeros mencione a los comerciantes chinos e hindúes. Culpe a Occidente por la situación de África. Pero no sea demasiado específico. Esta bien que dé amplias pinceladas por todas partes.

Evite tener a sus personajes africanos riendo o luchando por educar a sus niños, o sólo hágalo de forma mundana. Haga que ellos inspiren algo sobre Europa o América en África. Los personajes africanos deberían ser coloridos, exóticos, más grandes que la vida — pero vacíos por dentro, sin diálogo, sin conflictos o soluciones en sus historias, nada de profundidad o capricho con que aturdir la causa.

Describa detalladamente pechos desnudos (jóvenes, viejos, conservadores, recientemente violados, grandes, pequeños) o genitales mutilados, o genitales realzados. O cualquier clase de genitales. Y cadáveres. O, mejor, cadáveres desnudos. Y sobre todo pudrición de cadáveres desnudos. Recuerde: cualquier publicación que presente haciendo que haga que la gente parezca asquerosa y miserable, hará referencia a ‘la verdadera África’, y usted quiere esto en su contratapa. No tenga delicadeza sobre esto: usted está tratando de ayudarles a conseguir la ayuda del Occidente. El tabú más grande en la escritura sobre África es describir o mostrar gente blanca que muera o sufra.

Los animales, por otra parte, deben ser personajes tratados como bien estructurados, complejos. Ellos hablan (o gruñen sacudiendo sus melenas orgullosamente) y tienen nombres, ambiciones y deseos. Ellos también tienen valores de familia: ¿ve cómo los leones enseñan a sus crías? Las elefantas son protectoras y buenas feministas o dignificados patriarcas. O son gorilas. Nunca, jamás diga algo negativo sobre un elefante o un gorila. Los elefantes pueden atacar la propiedad de la gente, destruir sus cosechas, y hasta matarlos. Siempre debe ponerse del lado del elefante. Los grandes felinos tienen acento de escuelas públicas. Las hienas son justas y tienen acento, vagamente del Medio Oriente. Cualquier africano que vive en la selva o el desierto puede ser retratado con buen humor (a menos que estén en conflicto con un elefante o chimpancé o gorila, en cuyo caso deberán verse como el mismísimo mal).

Después de los activistas celebres y los trabajadores de asistencia, los
ecologistas son la gente más importante de África. No los ofenda. Usted los necesita para que lo inviten a su animado rancho de 30,000 acres o “zona de conservación”, y este es el único modo en que conseguirá entrevistar al activista célebre. A menudo, una tapa de libro con un ecologista heroico parece trabajar mágicamente en las ventas. Alguien blanco, bronceado y utilizando prendas caqui, quien alguna vez tuvo a un antílope como mascota o una granja, es un ecologista que conserva la herencia rica de África. En la entrevista, no pregunte con cuanta financiación cuentan; no pregunte cuanto dinero ganan con sus animales. Nunca pregunte cuánto le pagan a sus empleados.

Perderá a los lectores si no menciona la luz en África. Y los atardeceres; la puesta del sol africana es obligatoria. Es siempre grande y roja. Siempre existe un amplio cielo. Los espacios abiertos y los animales salvajes son críticos – África es la Tierra de estos amplios espacios. Al escribir sobre la situación grave de la flora y fauna, asegúrese de mencionar que África está superpoblada. Cuando su personaje principal esté en un desierto o selva que conviva con pueblos indígenas (cualquier persona de baja estatura) debe asegúrese de mencionar bien que África ha sido despoblada severamente por el Sida y la Guerra (utilice letras mayúsculas).

También necesitará un club nocturno llamado Tropicana, donde mercenarios, malignos nuevos ricos africanos, prostitutas, guerrilleros y expatriados se juntan.

Siempre termine su libro citando a Nelson Mandela diciendo algo sobre el arco iris o los renacimientos. Porque a usted le importa."


“Ha llegado el momento de sanar las heridas. Ha llegado el momento de zanjar los abismos que nos dividen. El tiempo de construir está ante nosotros... Entramos en un pacto donde debemos construir una sociedad donde todos los sudafricanos, tanto blancos como negros, sean capaces de hablar sin ningún temor en sus corazones, seguros de su inalienable derecho a la dignidad humana, una nación arcoiris en paz consigo misma y con el mundo" 
Nelson Mandela.

Fuentes:
El texto de Binyavanga Wainaina fue publicado originalmente en inglés en Granta
Traducción aquí: http://blogdeviajes.com.ar/2006/05/29/como-escribir-acerca-de-africa/

viernes, 21 de noviembre de 2014

La minga y el trabajo comunal, por todo el mundo.

Satori Gigie
"La unión nos hace fuertes, y el individuo es importante como parte de un todo." Evaristo Nugkuag Ikanan, aguaruna.


"Debemos trabajar de forma colectiva porque ahí es donde radica nuestro poder y, ademas, actuar así resulta ventajoso". Tanien Ashini, innu.


Para los penan, la peor ofensa social se denomina sihun, que significa no saber compartir. Los yanomami creen que un cazador enfermará si consume su propia caza: el egoísmo es la peor falta. En la vasta estepa de Mongolia, es de mala educación llamar a la puerta y los visitantes simplemente deben entrar y hacer uso de ella de manera libre. Los saharauis erguibat también mantienen siempre la puerta abierta.

Para el pueblo pigmeo bakola de Gabón, el ébola es el "ezanga". Los ezanga son monstruos o malos espíritus con forma humana que devoran los órganos de las personas que no comparten sus cosas con los demás. Además, los ezanga podían convertir a las personas en simios u otros animales. 
El ébola se transmite cuando se come carne de un animal infectado, normalmente un mono o un murciélago, en zonas aisladas donde no hay carne fresca para compartir.

En realidad, por todo el mundo abundan creencias de este tipo, y por eso existen antiguos y tradicionales sistemas de trabajo comunitario y redes de apoyo y solidaridad, sin esperar nada a cambio más que el bien de todos

"Occidente" no es un caso aparte: está el auzolan en el País Vasco, la prestación asturiana andecha, la tornajeira gallega, el tornallom valenciano, tornajornal en Catalunya, "geravuelta" en algunas zonas de Salamanca, tornapeón en Extremadura y zonas de Andalucía, "ir de vereda" o "las hacenderas" en Castilla, o el coor o meitheal irlandés. En el uso moderno, por ejemplo, un Meitheal podría ser un grupo de vecinos y amigos invitados para ayudar a decorar una casa a cambio de comida y bebida. La vortechía es para el Pueblo Gitano la cooperación y los trabajos realizados en torno a ella.

El pueblo Todmorden en Inglaterra utilizó el trabajo comunitario de toda la comunidad para plantar verduras, frutas y hierbas útiles en cada trozo de terreno disponible. 70 espacios públicos y una red de 280 voluntarios, y todo el mundo (incluidos los turistas) pueden servirse gratis y a placer cuando llega la hora de la cosecha. Incluso el hospital dispone de un jardín de hierbas medicinales.
 “Vivíamos en un pueblo sin nada especial, como cualquier otro, abatido por la crisis y por el desempleo”, recuerda la cofundadora Pam Warhurst. “Lo que hemos logrado ha sido no sólo reverdecer nuestras calles, y poner a cultivar a la policía y a los bomberos. Lo más importante ha sido si acaso reactivar el poder la comunidad, y demostrar que juntos podemos”.

“Vengo un par de veces por semana y me dejo inspirar por lo que encuentro”, dice Thomas Manz que coge su cesto, sale a la calle y las recolecta en alguno de los espacios públicos de su localidad, Andernach, una población de unos 30.000 habitantes al norte del estado alemán de Renania-Palatinado. “Los políticos se oponían: temían que los espacios verdes se echasen a perder o se deterioraran, tenían miedo al vandalismo, y al rechazo de la ciudadanía recuerda el impulsor de esta idea Lutz Kosack. Hoy, los cultivos cubren ya 8.000 metros cuadrados del centro y unas 13 hectáreas a las afueras.

Algunas, como las germanas Minden, Kassel o Waldkirch, o la austriaca Kirchberg y Wagram, ya se están volviendo también ciudades comestibles

Talkoot, de Finlandia, es una expresión para la reunión de amigos y vecinos para realizar una tarea. El mismo término y en aproximadamente el mismo contexto se utiliza en Estonia (talgu), en Letonia (talka o talkot) y en Lituania (talka o talkauti). Es el equivalente cultural del trabajo comunitario en una aldea, aunque adaptado a las condiciones de Finlandia, donde tradicionalmente la mayoría de las familias vivían en granjas aisladas, muchas veces a millas de distancia del pueblo más cercano.

Dugnad es un término noruego para el trabajo voluntario realizado en conjunto con otras personas. La palabra fue votada como la palabra noruega del año 2004 en el programa de televisión «Typisk Norsk» (Típico noruego). La participación en un Dugnad suele ir seguida de una comida común, servido por el anfitrión.En las zonas urbanas, la Dugnad se identifica con la limpieza de primavera al aire libre y la jardinería. Ocurren más ampliamente en las zonas remotas y rurales. La palabra noruega "Dugnadsånd" es traducible como el espíritu de la voluntad de trabajar juntos por una mejor comunidad. 

En este poder se basa el término Guanxi (relaciones) de China. Una red de relaciones y contactos entre personas, que cooperan entre sí e intercambian favores, y que se consolida a través del respeto, la lealtad y la confiabilidad. Un pequeño ejemplo es el hecho de que aunque China sea tan extenso como Estados Unidos, tiene un solo huso horario. Es la importancia de mantenerse sincronizados.  
Con esta idea general de la filosofía china se entiende la prosperidad de los negocios chinos. Respeto, autoridad, rectitud, lealtad, piedad filial y el deber de reciprocidad. En el proyecto confuciano, la persona buena es la que siempre intenta ser mejor. “Una barra de hierro, a fuerza de ser afilada, puede convertirse en una aguja”, dice un proverbio chino: nada se consigue sin paciencia, constancia y empeño, incluyendo los negocios. De esta manera se consigue ser alguien con prestigio, alguien con mianzi (rostro). Pero este prestigio se consigue únicamente a través del guanxi, las relaciones sociales. Así, se crean redes de apoyo y solidaridad previas a las relaciones de mercado, basada en el don y en la confianza, no en el contrato. 

Gotong-royong es una concepción de la sociabilidad familiar de Indonesia y Malasia. 

Clifford Geertz habla de "un enorme inventario de instituciones muy específicas y a menudo muy complejas para efectuar la cooperación en el trabajo, la política y las relaciones personales por igual, (...) rukun (ajuste mutuo), gotong royong (trabajo conjunto de las cargas), Tolong-menolong (asistencia recíproca)"



Y en "El parentesco en Bali", Clifford Geertz y Hildred Geertz escriben: "El término genérico para cualquier grupo organizado en Bali es "seka", que significa literalmente "ser como uno". El término se aplica a todos estos grupos que se han descrito: consejo de una aldea a la que generalmente se le llama "seka banjar"; varios grupos de templos referidos como el seka de ese templo; la sociedad de riego es conocida como seka subak; así de continuo. En un seka, todos los miembros tienen idénticos derechos y deberes, con independencia de su posición de estatus.(...) las decisiones son tomadas unánimamente en una reunión de toda la totalidad, y el líder es nominal e inautorizado, ya que la seka no es parte de una gran organización, sino que existe independientemente, libre de otros vínculos o influencias."

El antropólogo Robert A. Hahn escribe que "la cultura javanesa está estratificada por la clase social y por el nivel de adhesión al Islam. ... La cultura javanesa tradicional no hace hincapié en la riqueza material. ... Es el respeto a aquellos que contribuyen al bienestar del pueblo en general sobre su beneficio personal. Y el espíritu de royong gotong, o el voluntariado, se promueve como un valor cultural."


"Moyai" significa literalmente "amarre de embarcaciones en conjunto", y naoshi significa reparar algo. "Moyai naoshi" es el término para hablar de trabajo comunitario en Japón, y viene de la trágica historia de Minamata, un pueblo pesquero japonés que contaba con una gran industria llamada Chisso Corporation. Chisso había estado arrojando, de forma oculta, grandes cantidades de mercurio a una bahía cercana desde 1932. Cada vez más personas sufrían de envenenamiento con metilmercurio al consumir pescados contaminados, sufriendo un mal neurológico muy grave. Aún después de que se supiera la negligencia de esta empresa, los pacientes sufrieron el ostracismo por sus comunidades porque se temía contagio y porque esta corporación era la que mantenía a la mayor parte de la población. Los residentes se dividieron uno contra el otro, hasta que recordaron la importancia de "moyai naoshi" para la reconstrucción de Minamata.


Bayanihan es un término filipino tomado de la palabra bayan, en referencia a una nación, país, ciudad o comunidad. El bayanihan se refiere a un espíritu de unidad comunal o esfuerzo para lograr un objetivo particular.
Es una tradición comunal en la que miembros de la comunidad ayudan a una familia que se muda para el transporte de la casa a una ubicación específica. El proceso implica, literalmente, llevar la casa a su nueva ubicación. Esto se hace poniendo palos de bambú para levantar los pilares de la tierra y llevar toda la casa encima a cuestas. La tradición también cuenta con una pequeña fiesta organizada por la familia para expresar gratitud a los voluntarios. Bayanihan también ha sido adoptada para referirse a un esfuerzo civil local para resolver los problemas comunales. El concepto está relacionado con damayan ("para ayudarnos unos a otros").


Las "ar gzhas", son canciones de trabajo realizadas durante la construcción de las casas en el Tibet. El Arka (piedra caliza triturada) es laboriosamente compactada por equipos de trabajadores que sellan el suelo con sus pies y apisonan con un largo palo (bogto). Esto normalmente se realiza en grupos: los trabajadores se alinean en filas y se mueven un paso adelante, un paso atrás, al mismo tiempo, golpeando el suelo rítmicamente con la bogto. Estos movimientos rítmicos se acompañan de canciones. 


 En esta canción, en concreto, dicen:

"Alegría y felicidad en la parte superior. En la parte superior que feliz construir una puerta de oro, agregar una puerta de oro, una puerta que vendrá a llenar la casa con lama, con alegría y felicidad.
La alegría y la felicidad en la parte media, en la parte media que construir una puerta de plata, una puerta de plata para dar la bienvenida a grandes líderes. La casa llena de alegría y felicidad.
En la parte inferior, feliz, en la parte inferior qué feliz construir una puerta de concha. La puerta de la fraternidad y la hermandad, la casa llena de alegría y felicidad."


Shramadamaen Sri Lanka, es hacer partícipe a toda la comunidad en un trabajo, no sólo de manera física sino también espiritual.

En latinoamérica también entienden que el trabajo duro no está reñido con el buen vivir. La filosofía de la Suma Qamaña de Bolivia, que se podría traducir como “buen (con)vivir”, es la sociedad buena para todos en armonía con los otros y con la naturaleza (la Pacha Mama). Por eso, la manera de expresar regularmente que alguien es ‘pobre’, es waxcha (o waqcha, en quechua), que literalmente significa ‘huérfano, abandonado’. 
Los precolombinos ya utilizaban la minka, mingako o minga (del quechua minccacuni «solicitar ayuda prometiendo algo»), que hoy los pueblos indígenas de la cordillera andina usan todavía. El ayni es  un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu o aillu (una comunidad que trabaja con propiedad colectiva). Como un banco del tiempo. Lo más común es intercambiar trabajos en labores agrícolas, pastoreo, cocina o en la construcción de casas.

El caso más llamativo de minga es el del puente peruano de Q'eswachaka, el último puente colgante hecho exclusivamente de fibras vegetales y que se ha regenerado por más de cinco siglos. Y es que cerca de mil personas de comunidades diferentes (Huinchiri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Pelcaro) se reúnen anualmente en su renovación. 

Mutirão es el mismo sistema pero de origen tupí que se usa en Brasil, el trabajo comunitario para la construcción civil de casas populares en la que todos son beneficiarios y se prestan ayuda con un sistema rotativo y sin jerarquía. Se usa mucho para acciones colectivas no remuneradas como limpieza de parques, calles, escuelas… Para esta práctica de acción comunal existen muchos sinónimos: muxirão, muxirã, muxirom, muquirão, putirão, putirom, putirum, pixurum, ponxirão, punxirão o puxirum.

En México, de origen náhuatl, se conoce como tequio a la faena o trabajo colectivo que todo vecino de un pueblo debe a su comunidad. En el Estado de Oaxaca, el tequio está protegido por una ley estatal. 

Jacobo Tomás Yescas, zapoteco de Oaxaca, explica el sentido del tequio y la gozona:

    - Acá estamos acostumbrados al tequio para realizar los trabajos del pueblo. Todos juntos... Antes se hacía tequio también cuando se hacía un edificio público... En los últimos años es poco lo que es el tequio, porque quieren quitar esa costumbre, que se haga tequio; pero la mayoría no quiere que se quite esa costumbre... Es muy difícil que se quitara, porque ya están acostumbrados a trabajar así...

    - ¿Y qué es la gozona?

    - Para nosotros la gozona es para... Por ejemplo, tengo un vecino, ¿no?, voy un día de él a trabajar, y ya va conmigo... Así es, ya van conmigo, ya voy con ellos. Eso en la gozona... Yo mi vecino le voy a ver: “ven a trabajar conmigo porque no tengo ayuda”. Hacemos gozona... El va de conmigo dos, tres días; y ya le repongo yo luego los días que trabajó conmigo...

    - De ese modo, no se contrata a ninguna persona...

    - No, ya no se contrata. Somos gente de escasos recursos; entonces, ya con la gozona nos evitamos de dinero... Y así funcionamos unos con otros, cooperamos... Aquí no hay gente contratada: ya con la gozona tenemos, pues; resolvemos los trabajos...


El pueblo mexicano rarámuri, que vive en las montañas de Chihuahua, usan el
término córima para definir un acto de solidaridad con alguien que lo está pasando mal. No ofrecer córima a alguien que necesita ayuda se considera un incumplimiento a una obligación y una ofensa a la vez. No se trata de caridad dictada por la moral católica, porque el que da limosna mantiene su mano encima de la mano que recibe. En estas sociedades, no hay mano encima de la otra. Simplemente, las manos se entrelazan en un "hoy por ti, mañana por mi".

Esto es parecido a la tradición de guelaguetza del Estado mexicano de Oaxaca, un “intercambio recíproco de regalos y servicios”. Su práctica se teje alrededor de las relaciones recíprocas que unen a la gente.

Un ejemplo fue es el que cuenta el escritor oaxaqueño Abel Santiago Díaz, sobre un profesor extranjero que, "sorprendido, vio llegar al aula de la escuela que le servía de hospedaje, uno por uno, al pueblo entero, que le llevaba todo lo necesario para su fiesta nupcial: pollos, guajolotes, maíz, fríjol, especias, cartones de cerveza, cajas de refresco, aguardiente, loza, etc. El presidente municipal y su esposa se ofrecieron como padrinos de la ceremonia, llevándole una banda de música de viento por veinticuatro horas consecutivas. Los que no pudieron llevar obsequios por carecer de recursos, le ofrecieron su trabajo: los hombres construían gigantescos toldos de zacate y carrizo y todo lo relacionado con el trabajo pesado. Las mujeres, todo lo concerniente a la cocina."


Eso sí, después uno por uno fueron a su casa a pedirle de vuelta los dones dados para su boda, cuando así lo necesitaban.

Para este tipo de sistemas, también se utilizan los términos "la faena", "la fajina", "el trabajo de en medio" y "la mano vuelta". Con el fin de detectar en el vecino un motivo para la guelaguetza, una carencia o un problema que pueda exigir la atención comunitaria, es necesario pararse a saludar de manera interrogatoria, sobre su salud, trabajo, familia...  

"¿Cómo está nuestro maíz?" preguntan los tojolabales cuando se encuentran con un vecino. El maíz, aún estando en tierras del vecino, recibe el cuidado de todos y, por lo tanto, dicen "nuestro". En tojolabal, el  trabajo  que sirve a la comunidad es el komon, y representa el trabajo político realizado por las autoridades eligidas por la comunidad. Dichas autoridades, en tojolabal, se llaman ‘a’tijum, trabajadores. Para decir "trabajo" en tojolabal, se dice ‘a’tel, pero lo distinguen al trabajo asalariadoA’tel son los trabajos  en  la  milpa  y  otros trabajos  en  y  a  favor  de  las comunidades.  Para   el   «trabajo asalariado», se  emplea  el  término "ganar".  

Gadugi en Cherokee significa "trabajar juntos" o "trabajo cooperativo" dentro de una comunidad, para proyectos tales como la recolección de las cosechas o cuidado a los jardines y de los miembros ancianos o enfermos. La ​​palabra Gadugi viene de la palabra para "pan", que es Gadu. En los últimos años, el gobierno tribal Cherokee Nation ha promovido el concepto de Gadugi.

En el árido y semiárido suroeste de los EE. UU., los rancheros se ofrecen como mano de obra gratuita en caso de que un compañero ranchero se esté recuperando de una enfermedad o lesión. Llaman a esta práctica “vecindad”. 
 
En Uzbekistán, la “Makhalla” es una comunidad que tiene su mezquita, su administración autónoma local, su tradición y su cultura. Esta forma de organización vecinal, nacida de los antiguos gremios de artesanos, garantiza la participación colectiva en los acontecimientos más importantes de todas las familias uzbekas: celebraciones de carácter religioso, resolución de conflictos, educación de los niños y reducción de las desigualdades entre los vecinos. Para ello, se conserva la antigua ceremonia de ayuda mutua “khashar”. Con el método “khashar” ayudan a construir la casa a todas las familias e incluso a urbanizar el barrio, la calle y la ciudad. La importancia de “makhalla” es tan elevada que fue reconocida para la autoadministración local del país.

Los pueblos musulmanes también siguen una retahíla larga y cuidadosa en el
saludo, preguntando por cada miembro de la familia, por su salud y su trabajo. 

Entre el pueblo saharaui erguibat, existía una especie de acto de caridad llamada miniha. Un hombre llamado Ismail explicó a la antropóloga Sophie Caratini lo que significaba este sistema: "No hay pobres entre los erguibat. Si alguien no tiene nada, cada uno le da uno o más animales para que de nuevo tenga la posibilidad de salir adelante; no hay otra solución. Esto todavía se hace hoy. ¡Los erguibat son más socialistas que vosotros!, ¿sabes?" Hoy, los saharauis refugiados todavía realizan la "tuiza" o trabajo comunitario. Jadiyetu Elmohtar explica que no es únicamente solidaridad bienintencionada, en el desierto es requisito para la superviviencia.

Como modo de reciprocidad, está la hospitalidad islámica, la diyâfa. En Uzbekistán hay un dicho "Mehmon otanda ulugh" ("el invitado es más grande que el padre") 
De hecho, el Islam significó la primera globalización del mundo: destruyó las fronteras comerciales y garantizó la seguridad de las personas, de modo que pudiesen trasladarse (y trasladar sus conocimientos y sabiduría) de un lugar a otro sin sufrir daños, protegidos hasta sus últimos pasos y siendo invitados de honor en todos los hogares. Así, comerciaban desde Francia, pasando por Antaki, hasta llegar a Bagdad, para bajar por el Tigris hasta Omán, a India y finalmente a China, y todos estos sitios estaban conectados entre sí sin la menor interrupción.  

Naffīr (نفير) es una palabra árabe utilizada en algunas partes de Sudán (incluyendo Kordofán, Darfur, partes de las montañas de Nuba y Kassala) para describir determinados tipos de empresas de trabajo comunal. Se trata de un grupo que recluta a través de las redes familiares, parientes políticos y vecinos de un pueblo, para un propósito en particular, que luego se disuelve cuando se cumple ese propósito. Una alternativa, más reciente, lo describe como "traer a alguien juntos desde el barrio o comunidad para llevar a cabo un determinado proyecto, como la construcción de una casa o la prestación de ayuda durante la temporada de cosecha." La palabra puede estar relacionado con la palabra nafr del árabe estándar (نفر) que describe una banda, partido, grupo o tropa, típicamente movilizadas para la guerra.

Asar en Kazajstán es la petición de una familia a familiares, amigos y vecinos para obtener ayuda para realizar un trabajo duro. Al final de la obra, los ayudados presentarán una mesa llena de manjares como agradecimiento. Zhylu se refiere a la tradición asociada a la prestación de asistencia material, moral y financiera a las personas afectadas por catástrofes naturales (incendios, inundaciones, etc.). Todos los vecinos, no sólo los familiares, tienen el deber de ayudar a las víctimas con cualquier aportación: ganado, materiales de construcción, ropa, dinero, etc.

Imece es un nombre dado a una colaboración tradicional turca en un pueblo. Por ejemplo, para la  organización general de una ceremonia, el lugar, la comida, la construcción y el arreglo de la nueva casa de los recién casados.


Oceanía no está al margen de estos sistemas. En el pequeño archipiélago Tokelau (Nueva Zelanda) y las islas Cook, los archipiélagos más aislado del mundo, el compartir se convirtió en un auténtico sistema de supervivencia. Maopoopo es el principio rector y se traduce como "una unidad de un propósito común que abarca el cuerpo y el espíritu." Este espíritu colectivo es cultivado a través de actividades comunitarias que incluyen expediciones de pesca, proyectos de construcción, carga y descarga de los buques, competiciones deportivas, y la música y la danza.

Maopoopo se ejemplifica mejor para el día de hoy a través de la práctica de inati. En días especiales, todos los hombres de las aldeas pescan juntos. A su regreso, se dividen de manera sistemática y ritualmente la captura con todos los clanes familiares de la isla. La pesca fresca se coloca  cerca de la playa y se reparte según las necesidades de cada cual.   


En Hawai, tiene  la "laulima" (trabajar juntos) para proveer comida para todas las familias. La gente del interior llenaba el ‘umeke ‘ai (recipiente de poi), mientras que la gente de la costa llenaba el ipukai (cuenco de carne/pescado). Juntos mantenían y protegían los recursos para asegurarse de que hubiera sostenibilidad. El romper el kapu o las normas sociales que aseguraban esta sostenibilidad era vergonzoso.
 

En Fiji, por ejemplo, las familias extensas en las aldeas practican el “kerekere”, el acto de compartir recursos cuando se les solicita, sin esperar un reembolso a corto plazo.


Piliriqatigiinniq / Ikajuqtigiinniq, es el trabajo en común por una causa común, en inuktitut (de los inuit).



Que el bienestar de uno depende del bienestar de todos lo saben bien en algunas zonas de Sudáfrica. Su maopoopo se llama ubuntu. Cuando se desea elogiar a alguien, se le dice que tiene ubuntu, que es una persona que se completa a través de otras.  Ello significa que también invitan de modo cotidiano a desconocidos a sus hogares y los niños se crían con la ayuda de toda la comunidad. 


En África oriental, hay un dicho término similar que se manifiesta en la expresión swahili "mtuniwatu" que significa "una persona se debe a otras personas" "Harambee" es una tradición keniana de eventos de autoayuda de la comunidad, por ejemplo, de recaudación de fondos o de desarrollo actividades. Harambee significa literalmente "tirar todos juntos" en swahili, y es también el lema oficial de Kenia, apareciendo en su escudo de armas.
Después de la independencia de Kenia en 1963, el gobierno adoptó el harambee como un concepto para tirar todos juntos del país y construir una nueva nación. Alentó a las comunidades a trabajar juntos para recaudar fondos para todo tipo de proyectos locales, prometiendo que el gobierno proporcionaría sus costos de inicio. Bajo este sistema, los individuos ricos que deseaban entrar en la política podrían donar grandes cantidades de dinero a las unidades harambee locales, ganando con ello la legitimidad.

Algunas zonas de Haití se reconstruyeron gracias al trabajo comunitario llamado kombit. Un terremoto segó la vida a más de 200.000 personas y dejó sin hogar a millón y medio. Para Michaëlle Jean, enviada espacial de Haití en la UNESCO, “liberar” al país del asistencialismo de las ONGs era condición imprescindible para devolver al Estado el rol de liderazgo que debía asumir tras la catástrofe. Con el kombit, fué la población la que planteaba problemas por resolver (una plaza comunitaria, un centro cultural o el asfaltado de un segmento de calle) y cada semana hacían turnos de trabajo comunitario. 

En Ruanda, la palabra umuganda se puede traducir como "la unión en el propósito común de lograr un resultado". En la cultura ruandesa tradicional, los miembros de la comunidad pedían ayuda a sus familiares, amigos y vecinos para completar una tarea difícil. Como parte de los esfuerzos por reconstruir Ruanda después de la guerra y cultivar una identidad nacional compartida, el Gobierno de Ruanda se basó en esta tradición para enriquecer y adaptar sus programas de desarrollo a las necesidades y el contexto del país.
Hoy en día cerca del 80% de los ruandeses participan en trabajos comunitarios mensuales. Los últimos sábados de cada mes, de ocho a once de la mañana, la población se aplica a la tarea de adecentar los espacios públicos. La ley contempla sanciones de seis euros para quienes se escaqueen, pero la mayoría de los ruandeses parecen participar de buen grado: la responsabilidad de limpiar ha generado una voluntad decidida de no ensuciar. 


Los proyectos también incluyen la construcción de escuelas, centros médicos y plantas hidroeléctricas, así como la rehabilitación de los humedales y la creación de parcelas agrícolas altamente productivas.

Batsiranai, que significa ayudando a otros en la lengua shona, es el término en Zimbabwe.

Entre los Masai, la construcción comunitaria de una casa para una nueva pareja recién casada es todo un ritual. Un grupo de mujeres se afanan en la tarea de mezclar adobe y estiércol, ya que son ellas las que construyen las casas oscuras, bajas y sin ventanas, para evitar los mosquitos.

El antropólogo Dennis Sabore ole Sonkoi es miembro de los maasai y estudió el sistema de ayuda mutua de su cultura, que se llama “osotua”. La palabra osotua significa cordón umbilical en su idioma. Explica que un amigo casual puede convertirse en osotua a través de un proceso de intercambio de regalos, y se oficializa con el intercambio de ganado, considerado el bien más preciado de la tribu. Las personas también pueden heredar las relaciones osotua de su familia, algo que Sonkoi conoce personalmente. Desde que su padre falleció, ha mantenido a su familia extendida, incluso manteniendo las conexiones osotua de su padre. A menudo recurre a esos ancianos en busca de consejo como si hablara con sus tíos.

Siempre tiene la seguridad de que recibirá ayuda, esté donde esté, en cualquier rincón de la comunidad”, dice Sonkoi.


Los Ndebele viven en la región de Transvaal, Sudáfrica y Zimbawe. Tras la pérdida de la guerra contra los Boers,  se trasladaron de sus tradicionales cabañas de ramas, destruidas, a otra zona en la que abundaba el barro, y así comienzan a construir casas de adobe y barro. Sus dibujos eran una reafirmación cultural a la vez que un método de comunicación entre tribus. Los dibujos escondían mensajes que sólo los Ndebele comprendían. Las pinturas son realizadas por las mujeres.

Los gurunsi son auténticos arquitectos.  Sus casas sukhala son construcciones de adobe que se revisten de barro y excrementos y posteriormente son adornadas con motivos abstractos, que las mujeres de la tribu pintan sobre fachadas y muros para después pulirla con ramas. Aunque lo mejor de la construcción no es el acabado, sino el método: las mujeres cantan a ritmo del trabajo, golpeando la mezcla. Después la regenerarán cada cierto tiempo, porque cada una de sus casas está poblada por los espíritus de sus antecesores y, por ello, tratan de preservarlas durante el mayor tiempo posible, pasando de una generación a otra. http://www.youtube.com/watch?v=NXEVeM_Ythc


El edificio de barro más grande y más antiguo del mundo necesita una capa de lodo cada cierto tiempo. Toda la ciudad de Djenné se une para este evento. Desde la Edad Media, Tombuctú fue un punto de encuentro entre el África negra y los nómadas del desierto, tuaregs, árabes o bereberes. Gracias a la riqueza generada por el comercio, atrajo a estudiosos y arquitectos, que modelaron con el barro del desierto una de las ciudades más impactantes del planeta. La famosa mezquita de Djingareyber se mantiene en pie 700 años después pese a la decadencia de la ciudad, y no es casualidad. Toda la ciudad lo regenera año tras año. 

El 1 de abril de 2012, grupos armados de Al Qaeda del Magreb Islámico se hacía con el control de Tombuctú y procedía a la destrucción de mausoleos, considerándolos antiislámicos y sacrílegos, ya que "el hombre debe venerar sólo a Alá”. 

“Las cosas van mejor, Alhamdoulilah [gracias a Dios], pero aún queda mucho para que Tombuctú vuelva a ser lo que era”, asegura Baba Cissé, un conductor que tiene serias dificultades para mantener a su familia.



Fuentes:
http://www.waterisrising.com/content/tokelau
http://www.lahaine.org/est_espanol.php/tequio_gozona_guelaguetza
http://www.lanacion.com.ar/1672766-huaxi-el-pujante-pueblo-de-china-donde-todos-viven-como-millonarios
http://tectonicablog.com/?p=53049
http://sumakkawsay.files.wordpress.com/2009/06/albo_sumaqamana.pdf
http://lagenterula.files.wordpress.com/2011/06/la-cultura-del-auzolan.pdf
http://www.lapatilla.com/site/2012/07/10/comenzo-la-destruccion-de-la-mayor-mezquita-en-mali/
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/24/actualidad/1356352274_604236.html
http://elpais.com/elpais/2013/10/09/eps/1381323026_969117.html
Somos uno: un homenaje a los pueblos indígenas. Joanna Eede. 
http://www.elcorreodelsol.com/articulo/el-pueblo-mas-comestible-del-mundo
http://www.elciudadano.cl/2011/01/05/jorge-moraga-antropologo-%C2%ABlas-redes-de-apoyo-y-solidaridad-explican-el-gran-exito-de-los-chinos-fuera-de-su-pais%C2%BB/
http://www.rtve.es/alacarta/audios/carne-cruda/
http://blogs.elpais.com/seres-urbanos/2015/01/la-reconstrucci%C3%B3n-de-hait%C3%AD-cinco-a%C3%B1os-despu%C3%A9s-del-terremoto.html
http://www.ecoavant.com/es/notices/2015/01/la-ciudad-comestible-2240.php
http://uzbekistan-travel.com/index.php/es/costumbres-y-tradiciones/140-2013-05-01-10-08-25
http://www.ideal.es/sociedad/201507/01/pasar-limpio-20150629122042.html
Clifford Geertz. Conocimiento local: ensayo sobre la interpretación de las culturas.https://antroporecursos.files.wordpress.com/2009/03/geertz-c-1983-conocimiento-local.pdf
http://www.lavanguardia.com/internacional/20140806/54412801559/ebola-epidemia-panico.html

domingo, 16 de noviembre de 2014

El sexo no existe: la intersexualidad.

Thomas Bekker
"Creo que el género mismo es la violencia, que las normas de masculinidad y feminidad, tal y como las conocemos, producen violencia. Si cambiáramos los modos de educación en la infancia, quizá modificaríamos lo que llamamos violencia de género." Beatriz Preciado, filósofa.


El libro de Cuerpos Sexuados comienza con un caso real y totalmente esclarecedor:

"Con las prisas y la emoción de la partida hacia los juegos olímpicos de 1988, María Patiño, la mejor vallista española, olvidó el preceptivo certificado médico que debía dejar constancia, para seguridad de las autoridades olímpicas, de lo que parecía más que obvio para cualquiera que la viese: que era una mujer

Pero el Comité Olímpico Internacional (COI) había previsto la posibilidad de que algunas atletas olvidaran su certificado de feminidad. Patiño sólo tenía que informar al «centro de control de feminidad», raspar unas cuantas células de la cara interna de su mejilla, y todo estaría en orden... o así lo creía. Unas horas después del raspado recibió una llamada. Algo había ido mal. Pasó un segundo examen, pero los médicos no soltaron prenda. Cuando se dirigía al estadio olímpico para su primera carrera, los jueces de pista le dieron la noticia: no había pasado el control de sexo. Puede que pareciera una mujer, que tuviera la fuerza de una mujer, y que nunca hubiera tenido ninguna razón para sospechar que no lo fuera, pero los exámenes revelaron que las células de Patiño tenían un cromosoma y que sus labios vulvares ocultaban unos testículos. Es más, no tenía ni ovarios ni útero. De acuerdo con la definición del COI, Patiño no era una mujer.

En consecuencia, se le prohibió competir con el equipo olímpico femenino español. Las autoridades deportivas españolas le propusieron simular una lesión y retirarse sin hacer pública aquella embarazosa situación. Al rehusar ella esta componenda, el asunto llegó a oídos de la prensa europea y el secreto se aireó. A los pocos meses de su regreso a España, la vida de Patiño se arruinó. La despojaron de sus títulos y de su licencia federativa para competir. Su novio la dejó. La echaron de la residencia atlética nacional y se le revocó la beca. De pronto se encontró con que se había quedado sin su medio de vida. La prensa nacional se divirtió mucho a su costa. Como declaró después, «Se me borró del mapa, como si los doce años que había dedicado al deporte nunca hubieran existido».



Abatida pero no vencida, Patiño invirtió mucho dinero en consultas médicas. Los doctores le explicaron que la suya era una condición congénita llamada insensibilidad a los andrógenos; lo que significaba que, aunque tuviera un cromosoma y sus testículos produjeran testosterona de sobra, sus células no reconocían esta hormona masculinizante. Como resultado, su cuerpo nunca desarrolló rasgos masculinos. Pero en la pubertad sus testículos comenzaron a producir estrógeno, como hacen los de todos los varones, lo cual hizo que sus mamas crecieran, su cintura se estrechara y su cadera se ensanchara. A pesar de tener un cromosoma Y y unos testículos, se había desarrollado como una mujer. Patiño decidió plantar cara al COI. 

«Sabía que era una mujer», insistió a un periodista, «a los ojos de la medicina, de Dios y, sobre todo, a mis propios ojos». 

Contó con el apoyo de Alison Carlson, ex tenista y bióloga de la universidad de Stanford, contraria al control de sexo, y juntas emprendieron una batalla legal. Patiño se sometió a exámenes médicos de sus cinturas pélvica y escapular «con objeto de decidir si era lo bastante femenina para competir».

Al cabo de dos años y medio, la iaaf (International Amateur Athletic Federation) la rehabilitó, y en 1992 se reincorporó al equipo olímpico español, convirtiéndose así en la primera mujer que desafiaba el control de sexo para las atletas olímpicas. A pesar de la flexibilidad de la iaaf, sin embargo, el coi se mantuvo en sus trece. 

Pero, ¿por qué le preocupa tanto al coi el control de sexo? En parte, las reglas del coi reflejan las ansiedades políticas de la guerra fría: durante los juegos olímpicos de 1968, por ejemplo, el coi instituyó el control «científico» del sexo de las atletas en respuesta a los rumores de que algunos países de la Europa Oriental estaban intentando glorificar la causa comunista a base de infiltrar hombres que se hacían pasar por mujeres en las pruebas femeninas para competir con ventaja. El único caso conocido de infiltración masculina en las competiciones femeninas se remonta a 1936, cuando Hermann Ratjen, miembro de las juventudes nazis, se inscribió en la prueba de salto de altura femenino como «Dora». Pero su masculinidad no se tradujo en una gran ventaja: aunque se clasificó para la ronda final, quedó en cuarto lugar, por detrás de tres mujeres. 


Aunque el coi hacía tiempo que inspeccionaba el sexo de los atletas olímpicos ya que algunos sostenían que la participación de las mujeres en las competiciones deportivas las convertían en criaturas virilizadas. En 1912, Pierre de Coubertin, fundador de las olimpíadas modernas (inicialmente vedadas a las mujeres), sentenció que «el deporte femenino es contrario a las leyes de la naturaleza». Las autoridades olímpicas se apresuraron a certificar la feminidad de las mujeres que dejaban pasar, porque el mismo acto de competir parecía implicar que no podían ser mujeres de verdad.
 
Hasta 1968, a menudo se exigió a las competidoras olímpicas que se desnudaran delante de un tribunal examinador. Tener pechos y vagina era todo lo que se necesitaba para acreditar la propia feminidad. Pero muchas mujeres encontraban degradante este procedimiento. En parte por la acumulación de quejas, el coi decidió recurrir al test cromosómico, más moderno y «científico». El problema es que ni este test ni el más sofisticado que emplea el coi en la actualidad, pueden ofrecer lo que se espera de ellos. Simplemente, el sexo de un cuerpo es un asunto demasiado complejo. 

No hay blanco o negro, sino grados de diferencia. 

Una de las tesis principales de este libro es que etiquetar a alguien como varón o mujer es una decisión social. El conocimiento científico puede asistirnos en esta decisión, pero sólo nuestra concepción del género, y no la ciencia, puede definir nuestro sexo. Es más, nuestra concepción del género afecta al conocimiento sobre el sexo producido por los científicos en primera instancia. 

En 1972, los sexólogos John Money y Anke Ehrhardt popularizaron la idea de que sexo y género son categorías separadas. El sexo, argumentaron, se refiere a los atributos físicos, y viene determinado por la anatomía y la fisiología, mientras que el género es la convicción interna de que uno es macho o hembra (identidad de género) y las expresiones conductuales de dicha convicción. 

Las feministas de la segunda ola de los setenta, por su parte, también argumentaron que el sexo es distinto del género. Estas feministas sostenían que si las chicas tenían más dificultades con las matemáticas que los chicos, el problema no residía en sus cerebros, sino en las diferentes expectativas y oportunidades de unas y otros. Tener un pene en vez de una vagina es una diferencia de sexo. Que los chicos saquen mejores notas en matemáticas que las chicas es una diferencia de género. 

Las feministas no cuestionaban la componente física del sexo; era el género lo que estaba en cuestión. Al ceder el territorio del sexo físico, las feministas dejaron un flanco abierto al ataque de sus posiciones por la base de las diferencias biológicas. Así, en ciertos círculos la cuestión de la relación entre sexo y género se convirtió en un debate sobre la «circuitería» cerebral.

En efecto, el feminismo ha encontrado una resistencia masiva desde los dominios de la biología, la medicina y ámbitos significativos de las ciencias sociales. Todo ello ha movido a las pensadoras feministas a cuestionar la noción misma de sexo y, por otro lado, a profundizar en los significados de género, cultura y experiencia. La antropóloga Henrietta A. Moore, por ejemplo, argumenta que «lo que está en cuestión es la encarnación de las identidades y la experiencia. La experiencia ... no es individual y fija, sino irredimiblemente social y procesual»

Nuestros cuerpos son demasiado complejos para proporcionarnos respuestas definidas sobre las diferencias sexuales. Cuanto más buscamos una base física simple para el sexo, más claro resulta que «sexo» no es una categoría puramente física. Considérese el problema del Comité Olímpico Internacional. Los miembros del comité quieren decidir quién es varón y quién es mujer. ¿Pero cómo? El coi puede aplicar la prueba del cariotipo o del adn, o inspeccionar las mamas y los genitales, para certificar el sexo de una competidora, pero los médicos se rigen por otros criterios a la hora de asignar un sexo incierto. Se centran en la capacidad reproductiva (en el caso de una feminidad potencial) o el tamaño del pene (en el caso de una presunta masculinidad). Por ejemplo, si un bebé nace con dos cromosomas x, oviductos, ovarios y útero, pero un pene y un escroto externos, ¿es niño o niña? Casi todos los médicos dirían que es una niña, a pesar del pene, por su potencial para dar a luz, y recurrirían a la cirugía y tratamientos hormonales para validar su decisión. 

La elección de los criterios para determinar el sexo, y la voluntad misma de determinarlo, son decisiones sociales.

Los intersexuales como María Patiño tienen cuerpos disidentes. No encajan de
manera natural en una clasificación binaria, si no es con calzador quirúrgico. Ahora bien, ¿por qué debería preocuparnos que una mujer (con sus mamas, su vagina, su útero, sus ovarios y su menstruación) tenga un "clítoris" lo bastante grande como para penetrar otra mujer? ¿Por qué debería preocuparnos que haya personas cuyo "equipamiento biológico cultural" les permita mantener relaciones sexuales tanto con hombres como con mujeres? ¿Por qué deberíamos apuntar o esconder quirúrgicamente un clítoris ofensivamente grande? La respuesta: para mantener la división de géneros.

El que se le ampute a un bebé intersexual depende de lo que pensemos sobre: ¿Cuán importante es el tamaño del pene? ¿Qué formas de erotismo sexual son normales? ¿Qué es más importante, tener un clítoris sexualmente sensitivo, o uno visualmente cercano al tipo corriente? 

Mientras, los manuales médicos recomiendan no dar una explicación completa de la condición sexual del infante. Un médico escribió: "Deberíamos hacer todo lo posible para desterrar cualquier sentimiento de ambigüedad sexual" No digo que exista una conspiración del silencio, sino que los médicos están cegados por su propia convicción de que todo el mundo es o varón o mujer. Se debe remodelar un cuerpo sexualmente ambiguo conforme nuestro sistema de dos sexos, a pesar de que deja múltiples cicatrices, requiere múltiples operaciones y a menudo elimina la capacidad orgásmica. 
"Cuando descubrí que tenía el sindrome de insensibilidad a los andrógenos, las piezas encajaron. Pero lo que se hizo añicos fue mi relación con mi familia y con los médicos. Lo traumático no fue saber de cromosomas y testículos, sino descubrir que me habían estado mintiendo." escribía una mujer a una revista.

"Si tuviera que etiquetarme como varón o mujer, diría que soy una clase diferente de mujer. No soy un caso de un sexo u otro, ni una combinación de ambos. Nací hermafrodita; y desde el fondo de mi corazón, querría que se me hubiera permitido quedarme así" explica Ángela Moreno, miembro del ISNA (Sociedad Intersexual de Norteamérica).

Un intersexual llamado Emma se crió como mujer. Poseía una vagina y un clítoris lo bastante grande para poder tener relaciones sexuales con hombres y con mujeres. Siendo adolescente, tuvo experiencias sexuales con mujeres, pero se casó con un hombre. Mientras, mantenía relaciones sexuales placenteras con amigas. Confesaba haber deseado en ocasiones ser un varón, pero cuando Young le aseguró que la transformación sería un asunto simple, el/la replicó: "¿Habría que eliminar esa vagina? No sé, porque es mi bono de comida. Si lo hiciera, tendría que prescindir de mi marido y buscarme un trabajo, así que creo que me quedaré como estoy. Mi marido me mantiene bien y, aunque él no me da ningún placer sexual, mi novia me lo da de sobra."

El motivo de recomendar su reconversión era genuinamente humanitario: permitir que los individuos encajaran y funcionaran física y psicológicamente como seres humanos saludables. Pero tras este anhelo subyacen asunciones no discutidas:

-Que debería haber sólo dos sexos.
-Que sólo la heterosexualidad es normal
-Que ciertos roles de género definen al varón y a la mujer psicológicamente saludables."

Pero por fortuna, los seres humanos no solo somos reproductores, de forma imprescindible somos también cuidadores de vida y productores.
 
"El capitalismo y el patriarcado de nuestra cultura occidental actual nos deja un esquema de género y prácticas y normas culturales muy estrechas. En nuestra sociedad que se autoproclama "moderna y liberal", sólo hay dos géneros, éstos son inviolables y están determinados por los genitales."

 "Lo que nos dicen los casos etnográficos es que es precisamente la variedad de comportamientos sexuales la que predomina. Es solo el etnocentrismo y la penosa amplitud de miras de nuestra sociedad la que impide ver en este tipo de comportamientos algo totalmente natural y hasta común en la especie humana." Marvin Harris, antropólogo.

Link: El tercer género o queer: el biocentrismo.


Fuentes:
"Cuerpos sexuados" Anne Fausto-Sterling.
http://www.pikaramagazine.com/2010/11/%C2%BFsera-nino-o-nina/
http://www.isna.org/node/64